Siendo Probados

Todos tenemos problemas. La vida esta llena de obstáculos y de luchas que vencer. No hay persona en este mundo que se escapa de esta realidad. La cosa importante es como se enfrentan estos obstáculos y problemas en la vida.

Cuando enfrentas un problema muy difícil; digamos una tragedia, lo primero que sucede son las dudas que vienen a tu pensamiento. El enemigo te plantea trampas para que dudes de Dios. Por ejemplo:

  1. Que Dios no es justo. ¿Te ha pasado? Te preguntas:¿!Que hice para merecer esto!?
  2. Que Dios te juzga. «Es que Dios es muy duro» He oído a algunos decir.
  3. Que Dios no es fiel. ¿Lo ves? Te dice una voz retante. «Dios no es de confiar»
  4. Que Dios no cumple sus promesas. O sea que Dios es mentiroso.
  5. Que Dios no te ama. Que no le importas.

Yo he experimentado todas estas dudas cuando he estado siendo probada. Ser probado no es algo fácil. La Escritura lo compara con ser metido al fuego:

«para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,» 1 PEDRO 1:7 (RVR1960)

Las pruebas no te avisan que vienen. Todo parecía ir muy bien cuando de repente pasa algo inesperado. Tengo muchas historias de estos casos. Y en mi pasado como Cristiana siempre me venían esas terribles dudas que terminé de listar arriba.

Desde que sufrí la embolia en 2008 quedé débil de mi lado izquierdo. Me he caído muchas veces por tropezarme o enredarme con algo. En una ocasión me quebré un hueso en la muñeca de una mano. La semana pasada me pasaron varias cosas que me sacaron toda la energía que usualmente tengo. Una de esas cosas me pasó cuando estaba limpiando mi casa. No estaba haciendo nada fuera de lo usual ni nada peligroso. De repente me tropecé ni se con qué y me fui de espaldas. Caí fuerte sobre el piso y hasta tire el plato de agua de Chacha cuando mi cabeza tocó el piso. Me quedé tirada en el piso bastante aturdida. No estaba en casa mi esposo para llamarle que viniera a ayudarme. Entonces me moví poco a poco y me di la vuelta hasta poder levantarme. No sentí dolores fuertes en ninguna parte y seguí trabajando.

Todas las mañanas llevo a Chacha a caminar a las 6:30. Caminamos una hora mas o menos y regresamos a casa a comenzar los quehaceres del día. El siguiente día después de mi caída me levante con el propósito de irnos a caminar. Cuando puse los pies en el piso todo me dolía; la espalda, el cuello, la cadera y las piernas. Fui al baño a tratar de vestirme y no pude. Me regrese a la cama y me acosté. ¡Apenas me estaba recuperando de un problema digestivo que es muy molesto! ¡Y ahora esto!

Entonces comenzaron las preguntas a llegar a mi cabeza:

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¿Porqué Señor?  Etc. Etc. Etc.

Toda la semana he estado adolorida, sin ganas de hacer nada, sin poder ir a caminar con mi Chachita y apenas pudiendo hacer lo necesario en mi casa.

Te voy a ser sincera, no tengo todas las respuestas y no creo que nadie aparte de Dios las tenga. No hay explicaciones para todo lo que pasa y nos pasa. Pero una cosa si se, que las dudas que nos atacan durante un periodo de prueba no son fundadas en verdad. Son ataques directos del enemigo para que dejemos ce creer y de creerle a Dios. Este tema es muy extenso y no propria en un solo artículo exponerlo todo. Solo sentí que era importante para alguien escuchar que no estas solo o sola, que otros también estamos sufriendo. (Y no te conté de los problemas familiares enormes que estamos enfrentando). Lo importante es que escogemos hacer durante la prueba. ¿En que estamos parados?

Pero mi parte, no voy a perder mi fe en mi Dios. No voy a dudar de su amor y de su fidelidad. No voy a aceptar mentiras que me quiten la única esperanza que me queda. Si El ha permitido estas pruebas en mi vida yo confío que El también me va a ayudar a pasar por ellas. Te voy a compartir unos pasajes de la Escritura que están llenos de esperanza y de las promesas de nuestro Padre:

«2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas,sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna.» SANTIAGO 1:2-4 (RVR1960)

«18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. ROMANOS 8:18 (RVR1960)

Y MI FAVORITO:

23  Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.    SALMO 23 (RVR1960)

Que Dios sea contigo, te llene de esperanza y no recibas las mentiras de tu enemigo.

 

Les amo en el nombre de nuestro amado Salvador.