LA GLORIA DE MI PADRE EN MI VIDA

La semana pasada tuve una cita con el doctor aquí en Fairview. Desde que regresamos a Oklahoma fui con la doctora Laura porque la conocí en la iglesia, pero me di cuenta que ella no esta en mi seguro medico y tuve que cambiar de doctor. Busque para ver cual doctor si esta en mi seguro y el único fue el Dr. Ali. El era mi doctor antes de mi suicidio y el fue el que me trato ese día de Feb. 13 del 2008.

No lo había visto desde entonces y estaba un poco nerviosa de volverlo a ver. Sammy siempre va conmigo a mis citas medicas, así que tomo unas cuantas invitaciones para la celebración de mi vida que ya se acerca y nos fuimos.

Cuando el Dr. Ali entro le pregunte si se acordaba de mi. Me miro detenidamente y dijo: yo recuerdo este rostro…pero no se…donde… En ese momento me subí las mangas de mi suéter y le enseñe mis cicatrices en mis manos. Se hecho para atrás y dijo: Oh! Oh! sabiendo inmediatamente quien era yo. Me abrazo y me pregunto como he estado.

Le dije como mi Padre en su gracia infinita no solamente me salvo la vida pero me ha dado una vida abundante y gozosa. Sus ojos se humedecieron y platicamos un buen rato, nos hizo varias preguntas donde compartimos la obra del ministerio que el Padre nos ha dado y oramos juntos. Luego me atendió medicamente.

Recuerdo cuando todavía me estaba recuperando ese año después del suicidio, cuanto odiaba el hecho de mis cicatrices! Entonces eran mucho mas notables por supuesto. Pero las escondía con vendajes, bandas para cicatrices, lo que pudiera para que no me recordaran de lo que paso. Un día que estaba yo en tormento sobre todo eso le grite a mi hermano Chris mostrándole mis cicatrices: Y QUE HAGO DE ESTO!? y con esa calma que me volvía loca me dijo: «Dios las va a usar para su gloria.»

PARA SU GLORIA!? SI COMO NO! Para mi eran un símbolo de derrota, del hecho que me di por vencida! Como podía el decirme eso? No lo entendía y me estaba convenciendo de que a veces se burlaba de mi. Pero después de todo lo que mi Padre hizo en mi durante esos 7 meses de encierro en que me llevo a su presencia y me hablo de su amor por mi, me comprobó su amor por mi y me liberto de las cadenas que me tenían atada, El quito toda la culpa y la vergüenza.

Ahora no escondo mis cicatrices, si me ves usado pulseras no es porque quiero esconderlas, es porque me gustan las pulseras. La cicatriz en mi cuello en muy larga y notable. Se ve como una ralla blanca irregular. Uso bufandas en el invierno por el frío, no por esconder la cicatriz.

Cuando apenas nos cambiamos a la casa en Lake Jackson, mi hermano Chris y su esposa vinieron a visitarnos y trajeron a una pareja con ellos. La señora trato de ver mi cicatriz en mi cuello disimuladamente, pero no pudo…no podía verme a mi, miraba la cicatriz. En esos días me molestaba, casi le dije algo pero no quise ser grosera.

Cuando fui a Lobbock a ver a mis niños, fuimos a su iglesia un domingo y el hombre que puso las peticiones de oración dijo que había una mujer que estaba tan deprimida que su vida estaba en peligro. No salí destapada de mi asiento porque mi Padre me detuvo; pero tan pronto termino el servicio fui a buscar a este hombre hasta que lo encontré. Comencé a decirle que yo tengo un testimonio que ayudaría a esta mujer y luego se me fueron las palabras, el me miro confundido. Entonces le enseñe mis cicatrices. Inmediatamente comprendió, no tuve que decir nada mas. Le di mi tarjeta y me dijo: Gracias, muchísimas gracias, Dios te trajo aquí este día!

No es esto para la gloria de mi Padre? Solo El puede cambiar mi horrenda historia, humanamente hablando, y hacerla la historia de SU triunfo, SU amor, SU misericordia. No solo para que yo lo sepa, sino para que todo el mundo lo sepa si es posible. Y NO HAY NADA IMPOSIBLE PARA MI DIOS.

DIOS SIEMPRE GANA

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