¡Nadie lo puede negar! Esta primavera ha sido muy ventarrosa. ¡Algunos días son peores que otros! Hoy, ¡terrible!

¡Decido salir a caminar de todas maneras! ¡Ahí va esa señora loca con su perrita, empujando al viento! Si me hubiera llevado una sombrilla, ¡Me hubiera llevado el viento como a Mary Poppins! ¡Que vientos tan fuertes! ¡Hasta me pregunte si valía la pena! ¡De repente mi Padre me dio un mensaje!

El viento es igualito a los problemas que enfrentamos en esta vida. A veces es calmado; una brisa que es muy necesitada en tiempos de calor. Otras veces, como hoy, es fuerte, incansable, detiene tus pasos, te estorba al balance, te empuja para acá, para allá,  casi tirándote a tierra. ¡Así esta hoy por aquí! Podía yo sentir que Chacha estaba caminando con dificultad también…

…pero allí iba! ¡Sin perder un solo paso! Confiada, confiando…

¿No puedo hacer yo lo mismo con los «vientos» de la vida que se me atraviesan? En este mudo, cuando nos toca un día ventarroso, no nos alarmamos. ¿Verdad que no? Sucede y seguimos con la vida diaria. Pero si nos azotan los «vientos» (problemas) de la vida, ¡Nos asustamos, perdemos la calma, no sabemos ni que hacer! ¿Porque me esta pasando esto a mi? ¡Ay Dios, porque a mi! ¿No es cierto?

¡Para mi era algo muy personal que Dios me hiciera eso! Sin embargo, ¡Nadie se escapa de problemas! Así como nadie se escapa de un día ventarroso. ¿No es así?

Escucha esto muy bien: ¡Dios no te manda problemas para probarte! ¡Este es un concepto erróneo! ¿Le harías tal cosa como padre o madre a tu hijo que amas y atesoras? ¡NO! La razón que tu Padre permite que te vengan problemas, es para que compruebes que tan fuerte es ¡EL! ¡Para que compruebes su amor por ti! Para que compruebes vez tras vez, Su fidelidad, misericordia, bondad, provisión, seguridad, salud, etc. etc. etc.

Dios no necesita que seas fuerte para El, ¡El es fuerte para ti y EN ti! Nadie puede escapar este mundo de problemas y dolor, ni siquiera los hijos de Dios. Por eso nuestro Padre ha hecho provisión, para que cuando, no por si, porque es una certeza, cuando problemas nos confronten, estemos listos, no para entrar en pánico y huir, sino para correr a los brazos de nuestro Padre, a la Roca de nuestra Salvación. Tu Padre poderoso y fuerte, capaz de cuidar de sus hijos en toda situación. ¿Te das cuenta? ¡Depender de El! ¡Ese es el secreto!

El problema con muchos de nosotros es que no le dejamos que haga lo que es trabajo de Dios hacer, y lo queremos hacer nosotros. Después de todo, soy suficiente, fuerte, ¡YO PUEDO! ¿Sabes que Dios nunca intentó esto para sus hijos? ¡Ese es trabajo de Dios! Por eso hay tantos incidentes de depresión hoy en día. ¡Nos desgastamos de tanto tratar y de al fin fallar! Esto fue lo que me paso a mi. Me había esforzado tanto por tanto tiempo, que al fin me hizo pedazos. Cuando al fin le dije a Dios, ¡Ya no puedo mas! ¡No puedo seguir así! Escuche a Dios preguntarme: ¿Estas lista para entrar en mi reposo? ¿Estas lista para vivir mi vida? Le conteste:¡Oh si! ¡Por favor si! ¡En ese instante mi vida cambio! ¡Estaba libre! Ahora sigo escogiendo esa posición cada día, cada momento de mi vida. No me atrevo a hacer lo que le corresponde a mi Padre hacer.

Oh! Y para contestar esa pregunta… ¡Sí vale la pena! ¡La vida es maravillosa! ¡Claro que si!

Espero que este artículo te sea de ánimo y bendición.